Puro de Julianna Baggott
—¿Cómo te llamas? —le pregunta el puro. —¿Que cómo me llamo? El chico extiende la mano recta delante de él, apuntándole con ella como con un arma, con el pulgar hacia arriba. —¿Qué haces con eso? —¿Cómo? —Vuelve a acercarle la mano—. Me estoy presentando. A mí me llaman Perdiz. —Yo soy Pressia —le dice, y a continuación le da una palmada en la mano—. Deja de señalarme ya. El puro parece confundido, pero acaba metiéndose la mano en uno de los bolsillos de la sudadera. |