Inventario de algunas cosas perdidas de Judith Schalansky
La cesura que marca la muerte es el punto de partida de la memoria y de la tradición, toda cultura brota del lamento fúnebre que trata de llenar ese vacío, ese repentino silencio, con cantos, oraciones y relatos en los que lo ausente revive. Como ocurre con un molde hueco, la experiencia de la pérdida nos ayuda a definir el contorno de aquello por lo que nos lamentamos y, en no pocas ocasiones, a la luz del luto que lo idealiza se transforma en un objeto de deseo.
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