El sueño de Leibniz de Juan Arnau
Fui universitario, pero pronto advertí los tejemanejes de los profesores, que, junto a la seguridad, inyectan la ruina del espíritu. Abandoné la academia y me dediqué a viajar por el extranjero y a estudiar matemáticas, pensando que no era digno de un joven fijarse como un clavo a un lugar determinado.
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