Un chelín para velas de Josephine Tey
Era el escenario idóneo: una playa solitaria a primera hora de la mañana, cuando la bruma aún no se ha levantado. Una oportunidad demasiado perfecta como para no aprovecharla.
|
Un chelín para velas de Josephine Tey
Era el escenario idóneo: una playa solitaria a primera hora de la mañana, cuando la bruma aún no se ha levantado. Una oportunidad demasiado perfecta como para no aprovecharla.
|