El busto del Emperador de Joseph Roth
Érase una vez una patria, una patria verdadera, a saber: una patria para los “apátridas”, la única patria posible.
|
El busto del Emperador de Joseph Roth
Érase una vez una patria, una patria verdadera, a saber: una patria para los “apátridas”, la única patria posible.
|