Montañeros, una cuestión de fuerza de José de la Rosa
—No voy a volver a confiar en ti —le dijo con la voz fría de una matrona romana—. No voy a volver a estar contigo. No voy a volver a dejar que me hagas daño. Y no quiero volver a verte. Sin más cerró la puerta, como si no acabara de arrancarle el corazón a un hombre que aún la amaba. |