Prosa literaria y política / Poesía lírica / El estudiante de Salamanca / El dia de José de Espronceda
Soneto Marchitas ya las juveniles flores, nublado el sol de la esperanza mía, hora tras hora cuento, y mi agonía crece con mi ansiedad y mis dolores. Sobre terso cristal ricos colores, pinta alegre tal vez mi fantasía, cuando la triste realidad sombría mancha el cristal y empaña sus fulgores. Los ojos vuelvo en incesante anhelo, y gira en torno indiferente el mundo, y en torno gira indiferente el cielo. A ti las quejas de mi amor profundo, hermosa sin ventura, yo te envío: mis versos son tu corazón y el mío. |