Vamos a calentar el sol de José Mauro de Vasconcelos
El mundo había perdido todo el sentido humano. Todo me oprimía con tal brutalidad, que perdía la noción de las cosas. Solo pensaba en aquello que me consumía por dentro. El dolor reapareció más intenso y dejé caer la cabeza sobre el pupitre con el deseo de ocultarme, morir, desaparecer.
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