Vamos a calentar el sol de José Mauro de Vasconcelos
—Guárdame en tu corazón, al lado de Adán. Acuérdate de mí de vez en cuando. —Eso va a ser difícil. Se asustó. —¿Difícil acordarte de mí, Monpti? —Sí, porque, para acordarse de alguien, primero hay que olvidarlo y eso yo no podría hacerlo nunca. |