Vamos a calentar el sol de José Mauro de Vasconcelos
Había invadido el cuarto una luz blanca, tan bonita, que creí haber muerto y encontrarme en el Paraíso, pero eso era imposible. En casa, todo el mundo decía que el Cielo no era para mí. Las personas como yo iban derechitas a las calderas del Infierno y a asarse en ellas.
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