Poesías Completas de José María Eguren
LIED I Era el alba, cuando las gotas de sangre en el olmo exhalaban tristísima luz. Los amores de la chinesca tarde fenecieron nublados en la música azul. Vagas rosas ocultan en ensueño blanquecino, señales de muriente dolor. Y tus ojos el fantasma de la noche olvidaron, abiertos a la joven canción. Es el alba; hay una sangre bermeja en el olmo y un rencor doliente en el jardín. Gime el bosque, y en la bruma hay rostros desconocidos que contemplan el árbol morir. |