El día del dragón de José Antonio Cotrina
Su voz era muy desagradable, una voz maligna. Era una voz que, en una ocasión, había hecho llorar a una hiena.
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El día del dragón de José Antonio Cotrina
Su voz era muy desagradable, una voz maligna. Era una voz que, en una ocasión, había hecho llorar a una hiena.
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