Prima donna: o la vida de Angelica Caffi, cantante: 32 de Jorge Ordaz
Había muerto […] casi olvidado por todos, sin apenas amigos, a solas con sus fantasmas del pasado, con la única alegría de haber ayudado a labrar, en sus últimos años de vida, una voz para el futuro; una voz que no siendo la suya, lo perpetuaría, en cierta manera, rescatándole del injusto olvido.
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