Asombro y desencanto de Jorge Bustos Tauler
Me dirijo a Francia porque Francia es la antonomasia de la sensualidad. El país de los sentidos y de las palabras creadas y dispuestas para evocar el goce de su función, para honrar el placer que los sentidos registran. Francia es uno de los rostros de la civilización. Nos ayuda a pensar en Francia la premisa sociológica de Salvador de Madariaga que poseía el don del pensamiento sintético y definió lo francés por la razón, lo inglés por la acción y lo español por la pasión.
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