Ceniza: Historia de una niña y de su monstruo de Jonathan Auxier
A primera hora de la mañana puedes ver infinidad de cosas maravillosas. Puedes ver a tus padres durmiendo. Puedes ver pájaros espabilados que, por madrugar, se llevan el gusano más gordo. Puedes ver un penique sin dueño en la acera o las primeras luces del alba. Y, si eres muy muy afortunado, quizás veas a la niña y a su Deshollinador.
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