Mil veces hasta siempre de John Green
sabía que daba asco. Lo sabía. Ahora estaba segura. No estaba poseída por un demonio. El demonio era yo
|
Mil veces hasta siempre de John Green
sabía que daba asco. Lo sabía. Ahora estaba segura. No estaba poseída por un demonio. El demonio era yo
|