![]() |
Las desventuras del joven Werther de Johann Wolfgang von Goethe
¡Ah, perdóname, perdóname! ¡Ayer! Habría debido ser el último instante de mi vida. ¡Ah, ángel! Por primera vez, por primera vez sin duda alguna surgió el fulgor de una sensación deliciosa a través de lo más hondo de mí: ¡me quiere, me quiere! Todavía arde en mis labios el fuego sagrado que brotaba de los tuyos: en mi corazón hay una nueva delicia cálida. ¡Perdóname, perdóname!
|