Penas del joven Werther de Johann Wolfgang Goethe
Es cosa de rasgarse el pecho y romperse la cabeza al considerar lo poco que valemos unos para otros. ¡Ay de mí! Nadie me dará el amor, la alegría, el goce de las felicidades que yo no siento dentro de mí. Y aunque yo tuviera el alma llena de las más dulces sensaciones, no sabría hacer dichoso a quien en la suya careciese de todo.
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