Jirô Akagawa

Es interesante que este Japón, ya no sea el de los cerezos, el monte Fuji y la poesía. Y donde un inspector de policía tiene, porque la ama, una gata casi, casi, más inteligente que él.
Lectura amena, de a ratos graciosa, y donde por momentos los protagonistas son los gatos, muchos.
El inconveniente: los nombres!
A mi me costó trabajo seguir algunos tramos, porque hay muchos personajes y a todos se los llama, por supuesto, por sus nombres. Cuáles son femeninos y cuáles masculinos? Quiénes son unas y otros?.
Otro aspecto interesante, nos permite conocer algunos pormenores de la vida de los habitantes del país. Sus creencias, sus supersticiones.
No nos dejará sin dormir, pero nos dará que hablar y que pensar.