Hace diez años escuché por primera vez una canción de K-pop, en concreto, una de Girls' Generation, grupo al que pertenecía la autora del libro del que os vengo a hablar hoy. Durante los últimos años la cultura coreana ha estado en auge y, hoy en día, prácticamente la podemos encontrar casi en cada esquina, incluyendo nuestras librerías. Sin embargo, esta ha sido mi primera vez leyendo un libro que habla sobre este mundillo. Cuando supe que Jessica iba a publicar una novela inspirada en su propia experiencia en la industria (no autobiográfica), supe que tenía que leerla. Al fin y al cabo, no hay nadie mejor para hablar de esta industria que alguien que la haya experimentado desde dentro, ¿verdad?
Rachel es aprendiz de una de las discográficas más grandes de Seúl, DB Entertainment. La situación de Rachel es diferente a la de los otros aprendices, ya que, aunque cuenta con el interés del CEO de la discográfica, no puede pasar tanto tiempo ensayando como las otras chicas debido a las restricciones de su madre, que no cree que eso del K-pop llegue a buen puerto. Por ello, cuando la discográfica comienza los preparativos para debutar un nuevo grupo femenino, Rachel está dispuesta a aprovechar la única oportunidad que tiene para cumplir su sueño y demostrarle a su madre que sus objetivos son claros. No parece muy difícil, sabe cantar y se defiende bastante bien con el baile, pero Rachel tendrá que sortear varios obstáculos que se interpondrán en su camino: su miedo a las cámaras y Jason Lee, la estrella de DB. ¿Podrá Rachel superar sus miedos y debutar?
Parece una trama muy sencilla, ¿verdad? Pues lo es. Los personajes, la trama e incluso la narración son muy sencillos, pero no desde un punto de vista negativo. Es más, esta historia necesita que sea así. Nadie está aquí para encontrarse con una narración excesivamente elaborada. Entre sus páginas no vamos a encontrar una historia muy elaborada y, probablemente, tampoco una que nos cambie la vida, pero sí una que nos habla un poco sobre lo que se cuece tras las bambalinas de la industria coreana, y, sin duda, esto es lo que más he disfrutado. Jessica se escuda en la ficción para hablar de temas que, aunque muchos sabemos, otros muchos ignoran, como el machismo, los rumores, la competitividad, la presión, el racismo o las citas (sobre todo esto último); todo ello tratado de forma natural en la trama junto con otros aspectos culturales y alguna que otra referencia, como la empresa de belleza Molly Folly (clara referencia a Tony Molly) o el propio mote de la protagonista, Princesa Rachel, ya que el mote de la propia Jessica Jung era Ice Princess. Por no hablar de que el futuro grupo femenino estará conformado por nueve integrantes, mismo número que Girls' Generation.
Asimismo, aunque he disfrutado mucho de su lectura (o al menos más de lo que esperaba), ha habido ciertos aspectos que no me han terminado de convencer. El primero y el menos importante de los dos, la falta de desarrollo en algunos de los personajes secundarios. Aunque la familia de Rachel y algunos otros pocos personajes están elaborados (lo justo), hay otros que casi no se mencionan, como los compañeros de grupo de Jason Lee y los aprendices con los que entrena Rachel. Esto último, teniendo en cuenta el final, se va a explotar mucho en su continuación, así que estoy deseando leerla, porque puede dar mucho juego, pero hubiera sido muy interesante que se explotara un poco en esta primera parte. Sin embargo, hay otro aspecto que para mi ha sido una tortura: la romanización. Como estudiante de coreano, la romanización es mi peor enemigo, pero entiendo que es necesaria para aquellos que no sepan leer Hangul. ¿Cuál es el problema entonces? Que el tipo de romanización que utilizan es muy confuso. Tanto que, a veces, a pesar de que conocía la palabra en coreano, era incapaz de ubicarla por la romanización, y es que no es ninguna romanización oficial, ni siquiera es la romanización antigua, así que mi cara era un cuadro leyendo e intentando descifrar a qué se estaba refiriendo exactamente (ejemplo). Esto me ha hecho pensar que muchos de los que lean el libro (y no sepan coreano) lo van a tener complicado si es que quieren buscar qué es lo que significa, así que no me ha parecido para nada acertado. No obstante, a pesar de ello, me ha sorprendido muy gratamente, por los que estoy deseando saber qué es lo que le espera a Rachel a partir de ahora y, por supuesto, qué está dispuesta Jessica a contar, porque estoy segura de que su historia puede dar para escribir muchas páginas.
En conclusión, «Brilla» de Jessica Jung es justo lo que promete. Una historia sencilla en la que la protagonista va a hacer todo lo posible por cumplir sus sueños a media que se abre paso, va conociendo los entresijos de la industria y se enfrenta a sus propios miedos. Si te gusta el K-pop y quieres hacerte una idea de lo que pasa detrás de la pantalla, sin duda, esta es tu novela.
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