De repente tú de Jessica Joyce
Suspira, arrastrando la boca por mi mejilla hasta llegar a mi oreja. — Cuéntame un secreto. —No quiero acabar con esto en dos días. -En cuanto sale esa última confesión, el alivio me recorre como si fuera adrenalina. —Cuéntame el tuyo. Se echa hacia atrás antes de decirme: —No quiero terminar con esto en absoluto. |