A todos los chicos de los que me enamoré de Jenny Han
Vaya —respondí. Intenté transmitirle felicidad con esa palabra, pero no sé si lo conseguí. Lo único que sentía era desesperación. Y envidia. Una envidia tan profunda y tenebrosa que parecía asfixiarme. Así que volví a intentarlo, esta vez con una sonrisa.
|