Por una rosa de Javier Ruescas
Ella podía, sola, soñar el sueño de las dos. ¿Quién dijo que las princesas tenían que esperar a ser rescatadas? ¿Quién dijo que las princesas eran cobardes? ¿Quién dijo que las princesas lloraban? ¿Quién dijo que las princesas no podían domar a La Bestia? |