Chicas En La Luna de Janet Mcnally
Ahora sé que no puedes guardar un secreto a salvo. Puedes intentar tratarlo con cuidado, como una cáscara de huevo o un capullo diminuto. Pero los secretos no están huecos. Tienen materia y pesan. Nos orbitan como pequeñas lunas, y se mantienen cerca por nuestra gravedad mientras que nos atraen a la suya
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