Una escritora en el tiempo de Jane Lazarre
Mi suegra es afroamericana y yo soy blanca. Una frase introductoria que, en Estados Unidos, en pleno siglo XXI, aún resulta necesaria. En realidad, nuestras pieles se distinguen apenas unos tonos, pero la historia de nuestro país, con todas sus instituciones, ha determinado nuestras vidas, marcadas por las diferencias del color de piel en la historia y la tradición de los últimos cuatrocientos años.
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