Orgullo y prejuicio de Jane Austen
—¡Qué agradable es esta diversión para los jóvenes, señor Darcy! No hay nada como bailar, después de todo. Considero el baile uno de los principales refinamientos de las sociedades cultivadas. —Muy cierto; y tiene la ventaja de que también lo aprecian las sociedades menos refinadas. Todos los salvajes bailan. |