Orgullo y prejuicio de Jane Austen
-¿Pretende asustarme, señor Darcy, al venir con esa solemnidad? -exclamó-. Pues no pienso alterarse aunque su hermana sea una gran pianista. Hay en mí una obstinación que me impide doblegarme ante la voluntad de los demás. Mi valor aumenta cuando tratan de intimidarme.
|