Orgullo y prejuicio de Jane Austen
-Me sorprende, querido -dijo la señora Bennet-, tu tendencia a creer en la estupidez de tus hijas. Si yo quisiera pensar despectivamente de los hijos de alguien, no sería de los míos. -Si mis hijas son tontas, espero que nunca me pase inadvertido. |