Mansfield Park de Jane Austen
Edmundo era el único de la familia que consideraba una equivocación este noviazgo, y ninguno de los argumentos de su tía podía inclinarle a encontrar en el señor Rushworth un compañero deseable. Reconocía que su hermana era la mejor juez de su propia felicidad; pero no le gustaba que su felicidad se cifrara en una renta cuantiosa, ni dejaba de decirse a sí mismo a menudo, cuando tenía delante al señor Rushworth: «Si este hombre no tuviera doce mil al año, sería muy estúpido». |