Dublineses de James Joyce
Así que María lo dejó salirse con la suya, y se sentaron junto al fuego hablar de los viejos tiempos, y María se dijo que parecía un buen momento para interceder por Alfy. Pero Joe gritó que Dios lo fulminara si volvía cruzar una palabra con su hermano, y María dijo que lamentaba haberlo mencionado.
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