Herodoto y el descubrimiento de la tierra de Jacques Lagarriere
Para los demás pueblos del mundo antiguo, Egipto era más que el país de las pirámides y colosos, el de los animales sagrados. Un hecho es cierto: las bestias eran en Egipto objeto de una especial veneración. Los egipcios jamás adoraron a los animales en el sentido religioso del término - como se ha creído sin razón - sino que veían en ellos - con el mismo derecho que en el hombre - el posible receptáculo de ciertos aspectos del poder divino.
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