Atentamente, tu asesina de Jackson Bellami
Cualquier juego, por inocente que sea, tiene sus reglas. No importan las buenas intenciones cuando estas se rompen, pues las consecuencias forman parte de la partida. Siempre ha habido personas que juegan según una serie de normas que ellos mismos se imponen, como por ejemplo no perder nunca. Sin trampas, no harían falta reglas. Sin reglas, el juego no tendría sentido.
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