Amante Despierto de J.R. Ward
Zsadist se arrodilló al lado de uno de los restrictores. Con su cara llena de cicatrices, distorsionada por el odio, el labio superior deforme abierto, los colmillos largos, como los de un tigre, el pelo cortado al rape y las mejillas hundidas, parecía la personificación misma de la muerte y, al igual que la muerte, daba la impresión de sentirse cómodo trabajando en el frío.
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