Amante Eterno de J.R. Ward
-¿Puedes levantarte? -preguntó Butch. Rhage lo intentó y se sintió agradecido cuando sus muslos pudieron con su peso. Fuera del coche, su estómago pareció calmarse. Sus oídos captaron un dulce tintineo, y un momento después un cálido torrente cayó sobre su cuerpo. -¿Qué tal la notas, Rhage? ¿Demasiado caliente? -La voz de Butch. Muy cerca. El policía estaba en la ducha con él. Y olía a tabaco turco. V también debía de estar en el baño. -¿Hollywood? ¿Está demasiado caliente para ti? -No. -Torpemente, buscó a tientas el jabón-. No puedo ver nada. -Mejor así. No tienes por qué saber qué aspecto tenemos así, desnudos, juntos. Francamente, yo estoy lo suficientemente traumatizado por ambos. Rhage sonrió a medias mientras una toallita le fregaba la cara, el cuello, el pecho. |