Harry Potter y el misterio del príncipe de J.K. Rowling
Sacudió la varita hacia arriba, sin apuntar a nada particular, y pensó sin articular sonido alguno. -Aaaaaaahhhhh! Hubo un destello y la habitación se llenó de voces: todos se habían despertado y Ron había soltado un grito. Harry, presa del pánico, dejó caer el libro. Ron colgaba cabeza abajo, como si una cuerda invisible los estuviese por el tobillo. (...) -Lo siento mucho de verdad- musitó Harry, mientras Dean y Seamus seguían desarrollándose. -Si no te importa, preferiría que mañana pusieras el despertador. |