Muerte en blanco de J. Paulorena
No importa si las herramientas ya han sido empleadas, sino hacer de ellas una creación nueva. Un campo de cultivo o un lago, invasores del espacio o mutaciones biológicas. Las tramas de las historias están definidas desde que el hombre se sentaba alrededor de la hoguera, la ubicación espacio-temporal evoluciona como generador ambiental y el antagonista puede tener mil rostros, pero siempre será lo mismo: un espejo que muestra lo que esconde el alma humana. Si todo se ha hecho y todo se ha dicho, ¿qué me queda?
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