Las ciudades invisibles de Italo Calvino
-Yo hablo, hablo -dice Marco- pero el que me escucha sólo retiene las palabras que espera. (...) Lo que dirige el relato no es la voz: es el oído
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Las ciudades invisibles de Italo Calvino
-Yo hablo, hablo -dice Marco- pero el que me escucha sólo retiene las palabras que espera. (...) Lo que dirige el relato no es la voz: es el oído
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