El cerco ) de Ismaíl Kadaré
En realidad, el mundo era semejante a una construcción de tres plantas, y la gente, sobre la tierra, vivia en la del medio, creyendo vanamente saber algo de las cosas o tenerlas en sus manos. En realidad, todo se decidía en la planta superior, en el cielo, mientras que los secretos se guardaban bajo tierra... Lo mismo que los muertos.
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