Troika de Isabel Zapata Morales
se resignó a que durmiéramos acurrucadas en mi cama: tuvo que escoger entre una perra un poco humana o una niña un poco perruna. Lo primero le pareció más cuerdo.
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Troika de Isabel Zapata Morales
se resignó a que durmiéramos acurrucadas en mi cama: tuvo que escoger entre una perra un poco humana o una niña un poco perruna. Lo primero le pareció más cuerdo.
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Troika de Isabel Zapata Morales
El duelo no avanza en línea recta. No avanza: es una mancha de humedad en el techo a la que los habitantes de la casa se acostumbran al punto de dejar de verla.
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Troika de Isabel Zapata Morales
Puede que Jaime haya llegado tarde a mis dibujos escolares, pero llegó a tiempo a todo lo demás y yo lo quise no como a un verdadero padre, porque a mi verdadero padre lo apreciaba apenas. Entre nosotros se levantó un vínculo más merecido, atravesado por menos esfuerzos. Nos quisimos con un amor libre, como se quieren los amigos.
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Troika de Isabel Zapata Morales
Pero la mayoría de los días que pasamos juntas no fueron de ideas grandiosas, sino de las ideas comunes y corrientes de las que se teje el amor verdadero.
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¿Cuál es el órgano que trasplantan a Cora?