El cuarto de la plancha de Inma Chacón
El dolor de una madre no puede medirse, no hay magnitud que lo abarque. Únicamente otra madre con idéntico daño puede ponerse en su piel. Nadie más.
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El cuarto de la plancha de Inma Chacón
El dolor de una madre no puede medirse, no hay magnitud que lo abarque. Únicamente otra madre con idéntico daño puede ponerse en su piel. Nadie más.
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