Antes mueren los que no aman de Inés Plana Giné
“Había desarrollado tal tolerancia al alcohol que nunca se emborrachaba, pero sí se anestesiaba lo suficiente como para soportar a los individuos que la visitaban uno tras otro en el dormitorio desde el atardecer hasta el amanecer. Había pasado su corta vida a merced de lo que los hombres quisieran hacer con ella”.
|