Agujero de Hiroko Oyamada
No me encontré ni con el animal ni con el agujero ni con los niños. De vuelta en casa me probé el uniforme y me miré en el espejo: mi cara empezaba a parecerse a la de mi suegra.
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Agujero de Hiroko Oyamada
No me encontré ni con el animal ni con el agujero ni con los niños. De vuelta en casa me probé el uniforme y me miré en el espejo: mi cara empezaba a parecerse a la de mi suegra.
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