La llegada a la escritura de Hélène Cixous
Locas: las que son obligadas a re-hacer acto de nacimiento todos los días. Pienso: nada me está dado. No he nacido de una vez para siempre. Escribir, soñar, parirse, ser yo misma mi hija de cada día. Afirmación de una fuerza interior capaz de mirar la vida sin morirse de miedo, y sobre todo de mirarse uno mismo, como si fueras a la vez el otro, —indispensable para el amor— y nada más ni menos que yo. |