Mientras llega el amanecer de Helena Sivianes
—Yo no sé querer, Betsy, de la misma manera que no sé sacar mi tristeza. Solo sirvo para estar cabreada con el mundo y que el resto lo esté conmigo. Mi tío ya está cansado de mí y por eso me ha mandado aquí. He malgastado mi vida y ahora no sé qué hacer con ella.
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