Libro de las canciones de Heinrich Heine
Por más que tenga el alma desgarrada, amor perdido, no me quejo yo. Pese a las joyas con que te engalanas, ningún rayo te alumbra el corazón. Ha mucho que lo sé: te vi en sueños, la noche vi que mora en tus entrañas, la sierpe vi que te devora el pecho y advertí que te sientes desgraciada. |