LA CRISIS DE LA NARRACION de Han Byung-Chul
El rostro exige guardar la distancia. Es un tú, y no un ello que esté a nuestra disposición. En la pantalla digital podemos darle con el dedo a la imagen de una persona, o incluso deslizar el dedo para borrarla, porque esa imagen ya ha perdido la mirada y el rostro. Lacan diría que la imagen encerrada en la pantalla digital no tiene mirada.
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