Diario de mi vida durante la Revolución Francesa de Grace Dalrymple Elliott
Aquel mismo lunes, el conde D'Artois, príncipe de Condé, y el duque de Borbón, huyeron de Paris. Hicieron bien, pues de lo contrario les habrían matado pronto; jamás supusieron, entonces, que además se verían obligados a abandonar su país para siempre.
|