Los amnésicos de Géraldine Schwarz
Es cierto que Francia no sufrió el fenómeno de una comunidad del pueblo fanática en comunión con su Führer y contó con muchos más resistentes y ciudadanos que los ayudaron y ocultaron a judíos que en Alemania, también porque, a dite-rencia de Alemania, era un país ocupado. Pero la mayoría apoyó a Pétain, al menos hasta la invasión de la zona libre por los alemanes en noviembre de 1942, y dejó que se instalara un regimen liberticida, represivo y antisemita. Los denunciadores y los aprovechados fueron numerosos y la impresión dominante sigue siendo cierta apatía de la población respecto a las vic-timas y a la evolución política del país. La actitud de los que meran ni resstentes ni colaboracionistas, es decir, de la gran mamoría, no ha sido objeto de investigaciones tan profundas como en Alemania.
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