1984 de George Orwell
El sentido común era la peor herejía. Y lo terrorífico no era que te mataran por pensar de otra manera, sino que era posible que tuviesen razón. Pues, después de todo, ¿cómo sabemos que dos y dos son cuatro? O que la fuerza de la gravedad actúa. O que el pasado es inalterable. Si tanto el pasado como el mundo externo existen solo en la mente y esta es controlable... ¿qué nos queda?
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