Rebelión en la granja de George Orwell
Ahora nadie llamaba a Napoleón simplemente «Napoleón». Siempre se lo designaba de manera ceremoniosa como «nuestro líder, el camarada Napoleón», y a los cerdos les gustaba inventarle títulos como «Padre de todos los animales», «Terror de la humanidad», «Protector del redil», «Amigo de los patitos>> y otros similares.
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